martes, 10 de mayo de 2011

Amiga!

Tú. Que has estado en lo bueno y en lo malo, en lo difícil y en lo fácil. Cuando te necesité estuviste ahí, SIEMPRE; para sacarme la sonrisa que nadie puedo sacarme. Desde que te conocí, eres lo mejor de mi vida, ya que eres ÚNICA. Ojalá que estemos juntas siempre...tequiero

La lluvia.

Puede que hoy llueva muchísimo. Puede que haya muchísimos relámpagos y truenos que no nos dejen estar tranquilos ni un solo segundo del día. Puede que parezca el fin del mundo. Que el sol se haya escondido y parezca no salir nunca más, haberse perdido para siempre entre las oscuras nubes de la noche. Puede que parezca que se va a inundar el mundo entero. Pero tranquilo, no hay nada de que preocuparse, sé caminar bajo la lluvia.

Ponerte los cascos...

Ponerte los cascos, taponar por unos segundos las ideas alocadas que te grita ya no sólo tu cerebro, si no esta vez también el corazón.
De repente te das cuenta de quién es importante y quién nunca importó. Hasta llegas a pensar en aquellas personas que te dejaron en el camino. Y sonríes, esta vez feliz de saberlo afrontar de una nueva forma. Sonríes porque ya te da simplemente igual lo que el resto piense de cómo actúas. Ahora es cuando te das cuenta de quién es capaz de sacar lo mejor de ti. Simplemente aprendes de todos los millones de errores que cometiste. Con un simple gesto descubres que eres capaz de situar tu estado de ánimo. Aprendes a cambiar los problemas por la suerte. Decides ser quien eres, y pensar que a quien no le guste que no mire. Por una vez no te sientes egoísta por pensar sólo en ti y no en el resto. ¿Qué piensan que sólo eres una niña? ¡Qué lo piensen! Hoy no importa el resto, hoy aprendes a vivir sin ellos. Y con tantas cosas improbables...¿Qué más da que los demás digan que no existe la felicidad? Si no, mira el mundo, ¿quién iba a pensar que existiría el titanic? ¿quién pensó que llegaríamos a la cumbre más alta del mundo? Dime entonces quién pensó todo eso, y entonces podré creer en todas esas tonterías que dicen acerca de algo que suelen llamar felicidad, pero que todavía dicen que no han encontrado.
Entonces , en ese momento; caes en la cuenta de que esos cascos mezclados con una música que simplemente ya no escuchas; no es capaz de hacer callar tus pensamientos. Y sonríes, de nuevo; porque ha pasado algo que involuntariamente si querías.

lunes, 9 de mayo de 2011

Cómo explicar que te quiero.

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados. Sólo sé que te quiero. Nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres. Eres tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo. se me han acabado excusas Tengo tantas cosas que decirte, que no sé por dónde empezar. Y puede que si me pusiera a escribírtelas una a una, me quede en blanco, lo más seguro.
Quizás sea el momento de darte las gracias, de decirte que te quiero, de salir a buscarte y darte un beso. . .


¿Qué si te quiero?

Mira ven... ¿Sabes porque estamos aqui? Te lo dire..Pero con la condicion de que lo recuerdes hasta que nos volvamos a encontrar..
Ves allí, es el polideportivo donde nos conocimos.
Mira, allí esta el camino donde nos dijimos todo lo que pensabamos.
Allí, en aquel callejon donde nos dimos nuestro primer beso.
Mira mi casa, donde pasabamos esas tardes viendo peliculas.
¿Ves aquella casa? Es en la que dijimos que de mayor juntos viviriamos.
Pero sobre todo, mira allí.. ¿Ves aquel parque?
Será ese parque en el que siendo ancianos daremos juntos de comer a las palomas,donde estaremos toda la tarde juntos sentados mirandonos sin entablar conversacion, será donde pasaremos los ultimos días de nuestras vidas juntos,como el primero..
¿& sabes?

                                              Te Quiero               

sábado, 7 de mayo de 2011

Mi obsesión...

                                                                                     Crepúsculo...LL
                                       

Envidio...

Sí, es cierto, los envidio, envidio a esos niños cuya máxima preocupación es escoger el sabor de la piruleta, envidio a aquellos que se quieren y que no les da ningún miedo mostrarlo, envidio a los que se dejan la vergüenza totalmente olvidada y que dar voces por la calle es su rutina, envidio a los que caminan siempre sonriendo, a aquellos que se lo dicen todo con una mirada, sí, los envidio, envidio a aquellos ancianos que se quieren tras estar una vida entera juntos, envidio a aquellos en los que decir lo que piensan constituye su día a día, envidio a aquellos que son felices con una mísera sonrisa, envidio a la gente que no tiene miedo, que son valientes por naturaleza, envidio a la gente cuyo afán de prepotencia queda justificado, envidio a aquellos que son capaces de sonreír cuando su vida cae cuesta abajo y sin frenos, envidio aquellos que sean capaces de olvidar de un día para otro, sí, los envidio.




Y ahora no, no quiero...

Y ahora no, no, no quiero, no quiero decirte adios, no quiero una despedida, no quiero un hasta nunca, ni un hasta siempre, pero tampoco un hasta luego. Quiero tenerte cerca, muy cerca y que no te separes, dejar pasar las horas a tu lado, entre risas, risas y más risas, hasta tal punto que me hagan llorar. O simplemente, estando a tu lado, porque eso ya es, como decirlo, lo mejor que me puede dar un día, estar contigo. Tenerte solo para mí, para que me digas tus tonterías de niño pequeño, pero tuyas al fin y al cabo, para que me beses, durante mucho, mucho tiempo y que el día no se acabe nunca, o que se repita durante todos los días de mi vida. Porque quien sabe si mañana habrá otro amanecer, quien sabe si volveré a decir te quiero otra vez.